Llámalo como quieras

Hace algunas noches, en mi estancia en Chengdu (China), algo ocurrió.
Podría llamarlo casualidad, pero me quedaría corto; escogería suerte, pero sería demasiado fácil; y por último pensé en destino, pero quizás es demasiado místico…
Mejor olvidemos los términos y aferrémonos a la historia, cada uno podrá sacar su propia palabra después de leerla…

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