Chengdu parte II: Pandas, montañas, y algo más

Probando probando! Funciona esto? Un globo, dos globos… Ok, empezamos la segunda partey de las historias paranoicas en Chengdu, esta vez visitando los alrededores de la ciudad, en la región de Sichuan.

Y si, este es el post de los pandas 😛

Es de suponer que si pasas por Chengdu irás a visitar los pandas, ya que esta ciudad posee un gran centro dedicado al cuidado y conservación de pandas «gigantes«, que son los que normalmente conocemos como pandas, blancos y negros que comen bambú; pero ojo, no hay que olvidar los pandas «rojos«, algo más comunes en el resto del mundo.
En teoría puedes ir por tu cuenta a ver los pandas, pero el momento de mayor visibilidad es cuando desayunan y eso es como a las 9, y los autobuses que van para allá no salen demasiado temprano, asi que entre unas cosas y otras conviene contratar el tour con algún hostel, la diferencia de dinero no es mucha.
Al llegar, primera sorpresa. Esperando a más gente de otro hostal veo venir a Chema, un compañero de GMV, donde yo estaba trabajando antes. Pero que fuerte!!! Sabía que viajaría a China con su novia, pero coincidir aquí… impresionante! Gran país pero pequeño mundo decíamos… Practiqué un poquito de español para no olvidarme del idioma jeje
Fuimos derechito a ver comer a los pandas y ahí estaban, en plan domingo por la tarde, tirados todos encima de los otros y haciendo el mínimo esfuerzo para recoger alguna rama de bambú cercana. Eso si, adorables 😀

De regalo os pongo un vídeo. Al principio parece que grabo al chico ese pero tenia que subir el movil por encima de las cabezas y no acertaba muy bien. Atención a cómo el panda empuja a su compañero al final del video!

La verdad es que es algo adictivo. Una droga sana que hace que tu cuerpo se quede inmóvil, donde sólo puedes quedarte mirando sin parar cómo agarran el bambú con la garra, quitan la corteza con sus dientes afilados, comen el interior, y vuelven a comenzar el proceso tras rebuscar en los alrededores otra rama de bambú sin siquiera levantarse. Como cuando estás tirado en el sillón y lanzas la mano de un lado a otro rebuscando el control remoto de la TV, igualito.
Miras a sus ojos y parecen humanos, y aunque tenemos esa imagen mental de sus colores «blanco y negro» el blanco es más bien con un poquito de marroncito claro. Ese blanco no puede quedar impoluto después de tanto revolcarse.

Verlos tan de cerca (y en vivo!) era grandioso, uno se podía quedar horas mirándolos. Incluso cuando se ponen a frotar sus posaderas sobre algún tronco para marcar territorio…

Después de un rato siendo observados por humanos, los pandas siguieron su comilona mientras los turistas (oséase, nosotros) continuábamos el recorrido, esta vez para ver los pandas rojos. De repente, los vimos escalando árboles o paseando entre nuestras piernas.

Estos bichos son parecidos a los mapaches, y al parecer no requieren tanto cuidado como los pandas gigantes. Como son algo escurridizos apenas suponen atracción para el centro y se ven vencidos por goleada en las tiendas de souvenirs; creo que el 100% eran todo tipo de accesorios y prendas dedicadas al panda clásico, el panda gigante. Tanta es la adoración, que es posible pagar (bastante) para abrazar un panda por unos segundos. Pero ojo que no es un peluche! Hay un procedimiento. Yo no lo hice, pero la idea es la siguiente:

1. Te ponen una especie de chubasquero (i.e. impermeable) azul clarito
2. Te sientas en un banco y esperas
3. Traen al panda y lo sientan en tus rodillas
4. Le dan alguna rama de bambú para que se quede tranquilito
5. Que empiece la sesión de fotos
6. 20 segundos y que pase el siguiente

Conocimos mucho acerca de los pandas ese día, y la verdad quedé bastante sorprendido: evolución, qué te ha pasado?? Trataré de explicarme, resulta que el panda normalmente se alimenta casi siempre de bambú, y dado que el bambú no ofrece demasiado suplemento energético, deben inflarse a comer y hacer el menor esfuerzo posible para sobrevivir. Ni siquiera su sistema digestivo digiere el bambú, y expulsa una alta cantidad de lo ingestado.

Más cosas, también pudimos ver una cría de panda, y ver vídeos de cuando son recién nacidos. Pues bien, son muy pequeños en comparación con el tamaño de los adultos, y llegamos a la conclusión de que dado que apenas pueden alimentarse ellos mismos, no es viable que el feto sea más grande que una rata, porque no podrían alimentarlo. Otra consecuencia de toda esta precariedad energética es, que si por la mala suerte llegan a tener gemelos, uno de ellos morirá, ya que los pandas sólo pueden cuidar de una cría a la vez.

Que no se desanimen los incondicionales de la evolución, porque un punto a favor de la misma (por fin!) es que han desarrollado una especie de «pulgar» con el que son capaces de agarrar las ramas de bambú. No es un dedo como tal, sino una prominencia que emerge del hueso. No está mal!

PERO otro punto flaco es, que el órgano reproductor masculino de los pandas es demasiado pequeño en comparación con la vagina de los pandas hembra, lo que dificulta la reproducción. Si sumamos que para hacerlo gastan mucha energía, que les cuesta mucho tiempo ganar, yo opino que tampoco deben tener muchas ganas de marcha…

Si hay algún zoólogo en la sala que nos traiga un poco de luz lo agradeceré, porque yo no entiendo nada, parece como si estuvieran condenados a la extinción por la misma evolución!

Vimos también algún que otro panda subido a las ramas de árboles y reposando allí por un rato. No se de que están hechas las ramas de ese árbol, porque aguantar semejante bicho ya tiene mérito. Normalmente son capaces de escalar a los árboles para protegerse de los peligros.

Minutos después, imagino que le entraron ganas de un poco, asi que todos los allí presentes contemplamos la increíble hazaña de cómo el panda pasaba de un árbol a otro hasta descender, temblando cada vez que daba un nuevo paso y temiendo por si se resbalaba. Tensión en panda town.
Para vuestra tranquilidad os informo que el panda pudo bajar y consiguió su merecida recompensa en forma de sabrosos troncos de bambú.

Bueno, dejamos ya el tema «pandas», y os comento ligeramente que más podéis hacer en los alrededores de Chengdu. Hay una montaña muy famosa, Emei Shan, que sigue los patrones de las montañas en China: llenas de escaleras. Tiene aproximadamente 3000 metros de altura, y desde allí las vistas son espectaculares, aunque en el camino también se puede ir disfrutando de los templos y demás vistas, además de pasar la noche durmiendo en dichos templos, ya que recomiendan 2 o incluso 3 días para subir la montaña.
Lamentablemente no pude ir debido a inclemencias meteorológicas adversas, pero en vez de eso fui a QuingChengShan, otra montaña no tan ambiciosa y no considerada «montaña sagrada» como si lo es Emei Shan, o HuangShan, cerca de Shangai. Subir esta montaña fue muy grande, ya que pudimos hacerlo en un sólo día y no estaba mal. Lástima que la niebla en la cima y los gritos de euforia de los chinos no nos dejaran disfrutar de las vistas como se merece!

Otra de las cosas que se pueden hacer es ver uno de los Budas más grandes del mundo, cerca de la ciudad de Leishan.

Bueno y ya que uno de vosotros me preguntó sobre mi nombre chino, os cuento. También la gente que conozco en China se sorprende de que tenga nombre chino, y todo se lo debo a unas chicas chinas que había en el hostal de Chengdu. Y la cosa es que aquí en China, todos los que hablan inglés suelen tener un «nombre inglés», y puedes oír como alguien chino dice que le llames «Victoria», «Amy», «Adam», o «Daniel». Utilizan este método porque los occidentales casi nunca recordamos sus nombres chinos. Y he de reconocer que es verdad 😛
Volviendo a mi nombre, la cosa es que tú puedes elegir, y ellas me preguntaron qué me gustaba, de la naturaleza por ejemplo. Elegí los árboles, asi que me llamaron «Lin Tzenn» (así es como suena por lo menos!). Después, tenía que elegir el «nombre de familia» (apellido) asi que ahi les di libertad y me pusieron uno de los más comunes en China, «Lee». Por lo tanto mi nombre queda como sigue: «Lee Lin Tzenn».
Y ¿dónde están los árboles? Mirad bien la foto y leed luego. Hice que grabaran mi nombre en una piedrita y ahora lo llevo conmigo cual DNI:

El símbolo de en medio es una combinación de 2 árboles, asi que ya podéis ver que mi nombre entero tiene árboles por todas partes!

Y se acabó, que me ha costado sudor y lágrimas hacer este post con el móvil!!