«Tira a mamá del tren»: Transmongoliano, parte III: Ekaterimburg – Irkutsk

En las últimas horas de mi único día en Ekaterimburgo, fui a hacer la compra para mi próximo viaje en tren. Calculé que necesitaría víveres para 4 comidas principales y 2 desayunos… Ahí fue cuando empezó el viaje en tren, seleccionando la comida que me alimentaría durante dos días dentro del vagón, por eso ahora empezaremos dando una vuelta por el super

Billete Ekaterimburgo-Irkutsk

Billete Ekaterimburgo-Irkutsk

  • Trayecto: Ekaterimburgo – Irkutsk
  • Kilómetros recorridos: 3501 km
  • Horas de viaje: 52 horas

Así es amigos, 52 horas dentro del tren para llegar a la ciudad de Irkustk, donde haría algunas excursiones cerca del lago Baikal, y sería el punto de partida para empezar el descenso hacia Mongolia… Ya os aviso, este post es largo, pero lo he dividido en capítulos por si queréis leerlo «a cachos» y continuar en otro momento el relato.

El supermercado

Estaba en el supermercado y yo me reía: «qué compro?? Qué pone aquí? Esto será de cerdo o de perro?»
Por mi anterior experiencia en el tren, vi que la gente hacía algo así como puré de patatas instantáneo, noodles como los chinos, y mucho te, gracias a la máquina de agua hirviendo que rigurosamente hay en cada vagón, asi que dije: allá donde fueres, haz lo que vieres y me compré dos botes individuales de puré a un precio muy asequible. También opté por unas empanadas recién hechas y envasadas que parecían oler a carne. Mi sorpresa al comerlas es que realmente era carne, y dentro tenían como complemento algo así como puré de patata, asi que tuve puré hasta en la sopa… Para completar el menú, escogí un par de cajas de noodles que suelen venir con sobres de hierbas y de sabor. Ya tenía fórmula para dos comidas: (empanada + puré + noodles) x 2

Empanada y pure de patatas instantaneo

Empanada y pure de patatas instantaneo… delicioso

Me faltaban dos, y ahí es cuando vi esas barras grandes de salami… Debí tardar alrededor de 15 minutos en elegir, porque había de todos los colores, tamaños, y formas posibles. Por cómo sabía cuando lo probé al día siguiente, creo que era mortadela. Eso, un poco de pan, una bolsita de patatas (de patata no he pasado hambre, no) y ya tenemos el menú…
Pensé que siempre podría bajarme en alguna parada y comprar algo más, un pescado crudo o algo así…

Noodles instantaneos

Noodles instantaneos…deliciosos

Primer acto

Subí al tren a las 5:58 de la mañana en Ekaterimburgo, aunque en el billete ponía 3:58, y por qué se produce este trastorno espacio temporal?? Os lo explico ya mismo: todos, y cuando digo todos digo todos los trenes en Rusia tienen programada la hora de salida y llegada con el horario en la ciudad de Moscú. Asi que un tren llegando a las 7:05 a Irkutsk, en realidad está llegando a las 12:05 hora local, por las 5 horas de diferencia horaria entre las dos ciudades. Esto puede traer confusiones… os lo digo por experiencia 😛 Sin embargo, dentro de los vagones hay paneles electrónicos que muestran la hora de Moscú en todo momento, asi que si seguís ese reloj, no habrá problema para saber dónde bajar.
Había dormido escasas 2 horas, por quedarme charlando con gente del hostal hasta tarde, asi que las ganas que tenía por ir a mi querida litera eran bestiales… Me imaginaba, como os conté en el anterior episodio, en mi burbuja, el traqueteo del tren, y un sueño placentero… Nada más lejos de la realidad.
Tenía el sitio 36, e iba caminando buscándolo hasta que llego al final del vagón, y veo que:

  • La cama está pegada al baño
  • Hay una puerta que separa el vagón del sector del baño, y a cada rato se está abriendo y cerrando, a veces con portazos
  • Y lo peor: por el tema de la puerta hacia el baño, hay una pared en mis pies que hace que no me pueda estirar por completo

En fin, ajo y agua… Mis vecinos de las camas inferiores eran rancios, otra vez más, pero todo cordial.
Parecía que el día iba a pasar igual que en el anterior trayecto, hasta que hicimos la parada en la ciudad de Omsk y ese momento significó un antes y un después, ya lo comprobaréis al final del post :P…

Estacion de Omsk

Estacion de Omsk

Me puse a dar vueltas por el andén y de pronto escuché a un par de personas hablar inglés… era mi salvación, asi que allá fui y me metí en la conversación con un trivial «You speak english!!. En ese momento conocí a Lasse y Sampo, dos finlandeses haciendo el transmongoliano, y Romeo (yo le entendí Roman hasta casi vernos por última vez) un simpático chico ruso. Quedamos en que nos veríamos después en su vagón, que era el 5 y el mío el 1, asi que tenía que atravesar casi todo el tren…

Anden en Omsk

Anden en Omsk

Después de cenar fui para allá, y Romeo me invitó a te y me hizo sentar junto con su familia. Nos pasamos horas charlando, enseñandoles fotos de mi viaje y yo aprendiendo más cositas en ruso, mientras una vecina destacaba mi buena pronunciación (si que son amables estos rusos!).

Roman y su familia (y Sampo de extra)

Roman y su familia (y Sampo de extra)

Roman y yo en alguna parada

Roman y yo en alguna parada

Quedamos en que al día siguiente jugaríamos todos al Jungle Speed, asi que me fui tarde pero contento para mi vagón…
No me esperaba lo que iba a ocurrir a continuación, porque de camino al vagón número 1 me topé con un hombre grandote y con ojos rasgados, que chapurreaba algo de inglés, y una cosa llevó a la otra… Total, que me llevó para su vagón con sus amigotes donde estaban tomando cerveza y comiendo pescado ahumado. «Beer and fish, beer and fish!» me decía el hombre, y parece que es muy rusa esta tradición, se compra un pescado ahumado (enterito y con cabeza señores) normalmente de aguas del Baikal, un par de birras de 1 litro o litro y medio y ala! Risas entre ruso, inglés y algo de mongol aderezadas por un pestazo a pescado y el sabor de la cerveza en nuestra garganta.
Definitivamente y por fin me fui a mi vagón, donde gracias al alcohol caí profundamente dormido…

Pasando de vagon a vagon

Pasando de vagon a vagon

Segundo acto

Amaneció el segundo día, con tintes de resaca, y mis vecinos se habían intercambiado por otros al pasar por Novosibirsk y Krasnoyarsk: dos parejas jóvenes, una con una pequeña niña.
Con estos hubo mucho más feeling, y pudimos intentar charlar un poco, además de jugar con la pequeña, claro.
Después de desayunar, fui al vagón número 5, atravesando las camas de mis improvisados amigos nocturnos… Hey Diego, bring sone beer! me decían, y yo ya me iba oliendo algo raro…
Llegué donde Romeo, Lasse y Sampo, y nos fuimos al vagón restaurante, donde dispondríamos de espacio y mesas para jugar. Nada más llegar, 3 rusos jóvenes y una botella de vodka. Obviamente, lo que menos hicimos fue jugar al juego de mesa, y Romeo no paró de ejercer de traductor oficial.
El tiempo pasó, la botella bajaba… He de aclarar que yo probé un par de chupitos y punto, que el vodka de aquí entra bastante bien… En vez de eso me conformé con dos cervezas de medio litro 😛
Uno de los rusos (ya borracho, claramente) intentaba aprender a jugar al Jungle Speed, pero no hubo manera… Mientras no jugara otro de ellos que boxeaba, todo estaba bien.

Rusos y finlandeses en el vagon restaurante

Rusos y finlandeses en el vagon restaurante… adivinad quien es quien

Rusos y yo

Rusos y yo

Foto aquí, foto allá, chupito que viene, chupito que va, y la mañana dio lugar a la tarde, donde se nos unió el hombre grandote de la noche anterior y su amigo. Marchando una de vodka!!
Se incorporó otro foráneo, Dave, de «Los Angeles, California», muy majo y que el grandote pilló por banda para que les invitara a algo de comer. Y a mi me agarró para que le invitara a beber, claro. Como me había invitado a cerveza y pescado (que raro me suena) la noche anterior, y que mejor era no tener problemas con él, decidí pagarle una botella de vodka…

Todo transcurría normal hasta que se escuchó un tumulto, y mucha gente moviéndose, el pianista paró la música (vale, eso me lo he inventado)… todo eso significa pelea en el vagón restaurante! El borracho de la mañana (ya descamisado) VS «El Tio Grandote». Empujones, alguna hostia y poco más, pero nosotros ya nos mirábamos preocupados…
La tarde dio lugar a la noche, Dave seguía a vodkazos con El Tio Grandote, y su amigo borracho daba la brasa a otros extranjeros, en este caso austríacos, con los que me había sentado para hablar. De repente, se escuchó un Fucking shit!! por parte de El Tio Grandote hacia Dave, miré y la cara del ruso era de bastante cabreo, y otro momento de …pelea en el vagón restaurante que hizo que Dave se fuera a su camarote y las camareras decidieran cerrar el Saloon en el que se había convertido aquello…
A cenar en el pasillo y a dormir, que todo el mundo estaba dormido!!

Desenlace

A la mañana siguiente, todo estaba calmado. Estuve desayunando con mis vecinos de cama, y la pequeña hija de una de las parejas fue la atracción principal de la mañana hasta llegar a Irkutsk. Se apoderó de mi cámara y empezó a hacer fotos a todos.

Vecinos

Vecinos…

La niña haciendo fotos!

La niña haciendo fotos

Y la niña me hizo foto al final

Y la niña me hizo foto al final!!

Cuando el tren llegó a destino, todos bajamos y empezamos a encontrarnos con la mirada. Indescriptible la cara de resaca de El Tío Grandote…

Cada uno se fue por su lado con su mochila, y habria que esperar unos dias para tener nuevas aventuras en Siberia…

Solo me queda una moraleja para esta historia, si quereis emocion en el transiberiano… acercaos al vagon restaurante!!!

8 pensamientos en “«Tira a mamá del tren»: Transmongoliano, parte III: Ekaterimburg – Irkutsk

  1. Jajaja, menuda movida Diegoch!! Lo de la mortalami creo que le dará envidia a Lusiferio, sobre todo cuando (próximamente) termine comerse la lata de spam caducado.

    • El salami no puede faltar en todo viaje que se precie.
      Pense que alguien acabaria despedido del tren, por el tio grandote, en medio de la estepa siberiana.
      Quien sabe diego, quizás en otro vagon hubiera sido otra historia. Eso sí, creo que se habria acabado en el vagon restaurante igualmente xD

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